Es lo que debió pensar Hamsik del colegiado del Juve-Nápoles. El eslovaco tuvo a bien llevar a cabo una original celebración tras marcar un penalti, pero el árbitro, con Hamsik ya en el interior del túnel del vestuario, decidió la repetición del lanzamiento desde los once metros. Y como segundas partes nunca fueron buenas, el jugador del Nápoles acabó fallando la pena máxima.
No hay comentarios:
Publicar un comentario