Scarlett Johansson está en el punto de mira de la polémica después de haber protagonizado un anuncio de refrescos, 'Sodastream'.
El spot, que iba a aparecer en el final de la Superbowl este domingo, ha sido vetado en televisión, no por contenido sensual, sino por incompatibilidades comerciales.
El principal asunto de conflicto parece ser que al final del anuncio, la actriz dice "Lo siento Coca Cola y Pepsi", unas palabras que bastaron para encender a las compañías gaseosas.
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