Pocas veces se ha visto a un jugador norteamericano sentir tanto los colores como al madridista Marcus Slaughter. El pívot presume de madridismo allí por donde va. Es un asiduo al Santiago Bernabéu y muy activo en las redes sociales defendiendo todo lo que tenga que ver con el club blanco. Ayer, en el balcón de sede de la Comunidad de Madrid, se convirtió en auténtico protagonista al ser el último jugador del equipo en abandonar la celebración de la Plaza del Sol. Slaughter ofició de 'director' e 'intérprete' del himno del Real Madrid.
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