lunes, 10 de septiembre de 2012

Manos blandas


Los porteros nunca han sido el punto fuerte del fútbol brasileño. Aún así, lo del guardameta del Criciuma es de traca. El arquero del modesto conjunto de segunda división se encajó este gol en propia puerta de una de las formas más absurda jamás vista en un terreno de juego. Michel Alves, que así se llama el portero, explicó la jugada de la siguiente manera: "Es feo lo que nos pasó, me voy con un gusto amargo . Quise levantarme rápido para seguir la jugada y se dio esta fatalidad".

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