El encuentro entre Australia y Guiena Ecuatorial del Mundial de fútbol femenino dejó una de las imágenes más bizarras que se han visto en los últimos años en el mundo del balompié.
Con 1-0 en el marcador en el minuto 16, Leena Khamis envió el balón al palo y el rechace, cerca de la línea, fue para la defensora Bruna, que agarró la pelota con ambas manos y la mantuvo agarrada durante un par de segundos hasta que se dio cuenta de lo que estaba haciendo y la soltó de manera disimulada.
Las jugadoras australianas protestaron airadamente por la jugada, pero la árbitra húngara Gyengyi Gaal dejó seguir el juego. Sin palabras.
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