No es la primera vez que lo hace. En un partido del Ajax frente al PSV en noviembre del 2010, le pegó un mordisco en el cuello al centrocampista Otman Bakkal. Fue sancionado con siete partidos, pero no llegó a cumplir el castigo porque fichó por el Liverpool en el mercado de invierno de aquella temporada. Ahora, en los 'reds', ha repetido esa desagradable acción.
Este domingo, ante el Chelsea, el delantero uruguayo ha mordido al defensa serbio Branislav Ivanovic en el brazo durante un forjeceo. Los gestos de dolor del central han sido evidentes. Nada más sentir el mordisco ha apartado a Luis Suárez de un empujón pero el árbitro no lo ha visto.
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