El jugador del Genk, Mavinga, confunde la cabeza de Mehdi Carcela, futbolista del Standard de Lieja, con el balón y le arrea un patadón brutal en la cara. La escalofriante entrada supuso fractura de nariz, maxilar y pérdida de varios dientes para Mehdi. El belga Franck De Bleeckere, el mismo que dirigió el encuentro de vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones entre el Madrid y el Barcelona y uno de los señalados por Mourinho, sancionó la terrorífica patada sólo con tarjeta amarilla.
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