Desconozco lo que tienen las bolas de béisbol pero algo tienen que tener para que la gente pierda la cabeza como la pierde. Podría decirse que la posibilidad de coger una bola provoca una especie de enajenación mental transitoria en las personas. Hace unos días veíamos como un padre dejaba caer de sus brazos a su hijo para atrapar una bola. Pues bien, ahora es una mujer la que, en su afán de hacerse con la bola, no tiene piedad de una pobre niña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario