Creíamos que todo estaba inventado a la hora de lanzar un penalti, pero unos japoneses han logrado dar una vuelta de tuerca más a tal técnica. Dos jugadores del Hiroshima ‘timaron’ al portero del Shimizu S-Pulse en la ejecución de una pena máxima. La técnica es fácil: un ‘falso’ lanzador acapara la atención del cancerbero rival y un compañero suyo, mientras tanto, realiza el lanzamiento desde los 11 metros. Estos futbolistas nipones demostraron tanta originalidad como desconocimiento de las normas porque la FIFA dice que el lanzador tiene que estar "perfectamente identificado".
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