Está claro que el Barça es el equipo de referencia en los últimos años en Europa. Pero por lo visto ayer en Stamford Bridge, el conjunto azulgrana lo es para lo bueno y lo malo. Didier Drogba calcó la jugada que hace dos temporadas le costó la expulsión a Motta en el Camp Nou por la sobreactuación de Sergio Busquets. El delantero marfileño del Chelsea fingió una agresión de un jugador del Nápoles y luego, tendido en el suelo, esperó con un ojo abierto la decisión del árbitro.
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