El jugador holandés del Milán muestra tan poca sensibilidad dentro del terreno de juego como fuera de él. En el entrenamiento previo al enfrentamiento de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones celebrado en San Siro, el que fuera jugador del Barça acudió a la sesión del equipo azulgrana acompañado por sus hijos. Hasta aquí, nada que se escape de lo normal. Lo llamativo, sin embargo, estaba en la vestimenta de sus vástagos, ambos con la camiseta del Barça.
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