jueves, 1 de marzo de 2012

Un penalti que da mucho de sí


Cuando la pelota no quiere entrar, no entra. Es un tópico del fútbol. A veces, sin embargo, la insistencia tiene su mérito, aunque sea de forma ilegal. El fallo de penalti desencadena una serie de remates, todos ellos casi a bocajarro. El primer rechazo se estrella en el larguero, el segundo contra un compañero (provocando fuera de juego) y el tercero, haciendo bueno el refrán, va al fondo de la red.

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