martes, 19 de noviembre de 2013

El mayor gesto de deportividad


Sucedió en un partido de la liga de fútbol de Arabia Saudí.
 
Todo empieza cuando el portero Nahdha Taisir Al Antaif se percata de que tiene desabrochada una bota, que no puede atar por culpa de los guantes. El delantero del equipo contrario, Jobson Ittihad, le echa una mano y le ata la bota. Gesto bonito, pero, dentro de lo que cabe, normal. Lo curioso viene después. Cuando el portero vuelve a poner el balón en movimiento el árbitro pita un libre indirecto por tardar más de 6 segundos en sacar cuando se ha cogido el balón con las manos.
 
De nuevo un gesto de deportividad. Pese a que iban empatados y que una falta en el borde del área se puede convertir en una ocasión clara de gol, el delantero no se aprovecha de la situación y lanza la pelota fuera. Los jugadores y el público aplaudieron la acción.

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