Arbilla, jugador del Rayo Vallecano, no pudo reprimir las lágrimas en el banquillo después de ser sustituido en el minuto 51 del encuentro disputado en Vallecas entre el Rayo Vallecano y el Real Madrid.
El defensor rayista se sentía culpable del tercer tanto encajado por su equipo en el que Gareth Bale se deshizo de su marca con cierta facilidad. Una vez sustituido, la impotencia del futbolista se transformó en lágrimas. Ni la sudadera con la que se pretendía esconder nin su compañero Cobeño pudieron evitar el llanto público de Arbilla.
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