En la Copa Confederación de la CAF se pudo ver uno de los goles más absurdos del año. El portero del Al Merreikh, Essam El-Hadary, le regaló un gol a un delantero del Léopards de Dolisie de la forma más tonta. Se confió tanto que al final lo acabó pagando muy caro. Un error infantil para un guardameta de 39 años.
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