El Molde acababa de ganarle 1 a 0 a Honefoss y todos los futbolistas buscaban una confirmación sobre el resultado en otro estadio. Ese dato le llegó a Magnus Wolff Eikrem a través de un periodista: el Molde era campeón de Noruega.
El jugador tardó un segundo en reaccionar, pero cuando lo hizo gritó desaforadamente delante de la cámara y salió corriendo para dar festejar con sus compañeros.
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