La llegada del volante argentino Lionel Messi a la ciudad de Riyadh, en Arabia Saudita, obligó a un fuerte operativo de seguridad para controlar a los enfervorizados hinchas que le esperaban en el aeropuerto Rey Fahd.
Tal fue la locura que desató el arribo del zurdo de FC Barcelona que un policía le puso involuntariamente su rifle en la cara, al intentar alejar a los fanáticos que buscaban un contacto con el jugador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario